Esta reforma integral parte del deseo de transformar una vivienda convencional en un hogar amplio, luminoso y cálido, adaptado a un estilo de vida contemporáneo. El proyecto propone la unificación de la cocina, el salón y el comedor en un único espacio diáfano, fomentando la conexión visual y funcional entre las estancias principales.
El baño se amplía para dar cabida a una ducha de obra de gran formato, diseñada a medida, aportando una sensación de spa doméstico. En todo el piso se ha colocado un elegante pavimento de parquet en espiga, que aporta continuidad, calidez y carácter al conjunto.
La paleta de materiales y colores gira en torno a tonos neutros y terrosos: blancos cálidos, beiges, verde oliva, terracota y madera natural, creando un ambiente sereno, acogedor y atemporal.
La intervención incluye también la sustitución de toda la carpintería exterior e interior, mejorando la eficiencia energética y el confort de la vivienda. Además, se ha gestionado la tramitación de subvenciones de los fondos europeos Next Generation, para optimizar la inversión del cliente.